Jamás nadie manifestará que es peor que los
demás y, sin embargo, habrá muchos que se manifiesten mejor que la mayoría;
¡extraña paradoja!
Todos somos buenos a oídos de los que nos
quieren bien, pero fuera de ahí ... Casi todos somos malos, actuamos mal y
tenemos un montón de defectos. Pero nosotros tenemos nuestro círculo de
familia, amigos y, claro, éste es el mejor; también los demás piensan lo mismo.
Cada uno es perfecto, es muy difícil que
reconozca su malicia, porque ni siquiera es consciente de que, en
ocasiones, actúa mal y si se lo dicen,
aún pude poner remedio. Pero, lamentablemente, nuestros defectos no nos lo
suelen decir a la cara, por detrás sí, pero directamente, casi nunca.
Atrevámonos a decir aquello que no nos
guste de otros, pero de ser posible en su presencia, quizá así, hagamos que
nuestras relaciones personales mejoren.
UN BUEN ABRAZO, SIEMPRE NOS ENGRANDECE
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