Siempre estamos en constante búsqueda.
Quien no busca un hogar, busca un trabajo, otra ciudad, un amor, ganar más o
comodidad y paz.
Todos en muchos momentos de nuestra vida
somos buscadores, no sólo de fortunas, que también. Según la edad, el momento o
la situación actual, podemos estar en una búsqueda o en otra; hay etapas bien
diferenciadas, amor en nuestra juventud, trabajo y seguridad en nuestra madurez
y ya en nuestra jubilación, nuestra búsqueda se reduce a ponernos en paz con
nuestro interior. Cierto es que todo es variable y la búsqueda de cada quien es
muy diferente.
Sea como sea, que tu búsqueda sea
productiva y confortable, pero que nunca se vuelva obsesiva y con ella pierdas
tu propia paz.
UN ABRAZO EN EL ENCUENTRO
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