Demos paso a la alegría que invade nuestro
ser para que así ocultemos las tristezas del ayer, seguramente, las alegrías
son mucho más grandes e importantes que las tristezas, si es así, celebrémoslo.
Ya sé que, en ciertos momentos difíciles
que hay en la vida, no se puede pensar en la alegría, pero es ahí, donde
debemos reforzar nuestro existir con los momentos bellos que nos tocó vivir y
por esos momentos que aún nos quedan por disfrutar.
Nunca dije que vivir fuera un paraíso donde
sólo existe la alegría y el amor, pero tampoco debemos ponerle barreras, ya que
si eliminamos de nuestro existir los mejores momentos ¿qué nos queda? Pues ésos
son los que nos quedan, los malos y, esos, también hay que aceptarlos, pero no
cargar con ellos para siempre.
Despeja tu mente, abre tu corazón y da rienda
suelta a la alegría y al amor.
UN DICHOSO ABRAZO
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