¿Cuáles son tus límites del bien y del mal?
Aunque no te lo creas, todos nos ponemos nuestros límites en el momento de
actuar, lo mismo los usamos para el bien que para el mal.
No debería ser así, ya que sería más
conveniente y mejor para todos no ponernos límite alguno para obrar bien y
limitar nuestras malas acciones lo máximo posible, hasta hacerlas desaparecer
por completo. Pero, por desgracia, nuestra mente no distingue entre el bien y
el mal, teniendo que hacer, cada uno de nosotros, el esfuerzo necesario para
que nuestro filtro del bien funcione a la perfección.
Todos vamos a cometer fallos y hemos tenido
nuestras malas acciones, en algún momento de nuestra vida, pero eso no quita
para que, en lo sucesivo, seamos más prudentes y minimicemos el mal, haciendo
que nuestras buenas acciones prevalezcan por encima de todas.
UN ILIMITADO ABRAZO
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