Muchas veces tenemos que tomar decisiones
de las cuales ni estamos seguros ni se siente uno orgulloso, pero las
circunstancias mandan y, quizá, el no saber hacer bien las cosas, te lleve a
hacer eso.
Hoy a nadie o a casi nadie le gusta tener
que pedir favores y, créeme, cuesta mucho tener que tomar esa decisión, máxime
cuando pones en riesgo los intereses o bienes de otras personas. Pero no
importa, lo que te cueste, lo tienes que hacer, armarte de valor y pedir que te
ayuden; hoy por ti y mañana por mí, así es la vida y así debemos ayudarnos los
unos a los otros, aunque para ello debamos de comernos nuestro orgullo, pero
sobre todo debemos tener confianza en aquellas personas que nos van a ayudar.
Ojalá que la vida fuera o fuese más
sencilla; a veces, para algunas personas, parece que todo es más sencillo y más
fácil; pero todos tenemos nuestros problemas, desvelos e inquietudes. Hagamos
que todo sea más fácil y demos gracias por las personas que confían en nosotros
y nos ayudan desinteresadamente.
UN AGRADECIDO ABRAZO
No hay comentarios:
Publicar un comentario