Nunca nada grande se construyó de golpe,
todo requiere su tiempo, esfuerzo y sacrificio proporcionales a la obra
ejecutada. Dale las vueltas que quieras, pero sólo con desear algo grande no se
obtiene.
Claro está que, lo primero que tenemos que
tener es el deseo de querer hacer algo grande, porque sin ese deseo, no se
comienza nada. Ningún atleta llega a la meta sin tomar la salida y, para que se
proclame el primero, ha de hacer un esfuerzo superior a los demás y, eso, no se
consigue el primer día ni el segundo, es a base de muchos intentos, sacrificio
y esfuerzo, lo que se necesita para un día llegar a ser el primero. Esto mismo
nos sucede en todos lo que emprendamos en la vida, no importa ni la carrera, ni
la empresa que se, hemos de esforzarnos al máximo y nunca dejar de creer en
nuestras posibilidades.
Ya lo sabes, si quieres hacer algo grande,
empieza por algo pequeño y nunca dejes de crecer, con el tiempo lo conseguirás
y, si no lo consigues, al menos habrás crecido.
UN ABRAZO GRANDIOSO
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