No trates de
nadar fuera del agua, ni trates de andar por encima, cada quién sabe que para
nadar hay que mojarse.
¿Hasta qué punto
estarías dispuesto a mojarte? Muchas veces nos hacemos ilusiones, soñamos con
conseguir esto o lo otro y, al menor tropiezo abandonamos, pensando que es
inútil seguir, que otros si que podrán pero no nosotros; llegando a esta
conclusión, no nos puede extrañar, que sean otros los que, veraneen dónde nos
gustaría poderlo hacer nosotros.
Deja ya de nadar
en la orilla y mójate del todo, lánzate donde haya más profundidad, no pierdas
de vista nunca lo que quieres alcanzar y seguro que lo lograrás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario