A veces debes
dejarte llevar, sobre todo si la mano que te lleva es una mano amiga, aunque no
sepas a dónde te ha de llevar, confía, que a buen seguro te llevará a buen puerto.
Un buen amigo
nunca te abandonará, ni en los buenos momentos ni, mucho menos en los malos, si
así lo hiciera, entonces, sí tendrías motivos para dejarle; pero no te tomes
todo a la ligera, a veces no sabemos interpretar el lenguaje de la otra persona
y hacemos nuestro propio juicio de valores en base a lo que alguien fuera de
esa amistad te ha comentado; verifica bien los hechos, porque es posible que te
equivoques y puedas perder una bonita amistad.
Confía siempre
que te sea posible y deja un espacio lejano para la duda, quizás la otra
persona esté pasando por un mal momento y sea ella quien precise de tu amistad.
UN FRATERNAL
ABRAZO
No hay comentarios:
Publicar un comentario