Lo que habitualmente no se hace, no quiere
decir que no se pueda hacer, de hecho, si logras hacerlo antes, ganarás
experiencia para otra vez.
Muchas veces nos toca desarrollar tareas en
las que apenas tenemos experiencia y nos cuesta comenzar, pero una vez que nos
ponemos manos a la obra, vemos cómo se nos van aclarando las ideas y le vamos
dando forma a lo que queríamos hacer. Hacer lo que habitualmente hacemos, eso
no requiere casi esfuerzo, pero aquello que no tenemos por costumbre, eso ya
nos cuesta mucho más. Cuando concluimos algo que nos costó más esfuerzo,
nuestra satisfacción es mayor.
Nunca temas realizar aquello que no sabes,
porque siempre encontrarás las personas que te puedan ayudar y tu imaginación
te sorprenderá.
UN ABRAZO LO PUEDES DAR HABITUALMENTE
No hay comentarios:
Publicar un comentario