Hay momentos en los que te sorprendes
gratamente y otros no tanto, lo que para unos está muy bien para otros no tiene
valor. Se dicen tantas cosas que, si tuviéramos que hacer caso a todo, no
sabríamos ni por dónde tirar, ni siquiera lo que pensamos sería cierto, porque
llegaríamos a tal punto que ni nos lo creeríamos.
Nuestra mente es así de traicionera, no hay
peor enemigo que nosotros mismos, sencillamente, porque no aplicamos la
coherencia. Pensamos una cosa, decimos y hacemos otra; cierto que no siempre es
así y que unas personas son más coherentes que otras. No podemos englobar a
todos en un mismo pensamiento ni en una misma manera de actuar, aunque haya
veces, que seamos todos muy parecidos.
Como quiera que sea, actúa según tus
principios, aunque no siempre estos vayan de acuerdo con lo que los demás
esperan que digas o hagas. Actúa lo más coherente que puedas.
UN ABRAZO CONFORME A TUS DESEOS
No hay comentarios:
Publicar un comentario