Perdóname amigo o familiar, pero yo no
tengo la varita mágica para solucionar todos los problemas y todas las
rencillas; créeme, si la tuviera la utilizaría.
Créeme que yo no soy el poseedor ni de toda
la verdad, ni de toda la sabiduría, ni siquiera soy un buen mediador, con el
que puedas contar para ayudarte a solucionar tu mal, ojalá que así fuera. No
obstante, si en algo puedo ayudar, si de algo sirve mi sabiduría, mi templanza
o mi buena disposición, cuenta conmigo y ahí estaré.
No creo que nadie sea ni peor ni mejor,
todos tenemos nuestro temperamento, nuestra forma de actuar y, muchas veces,
esto no lo podemos controlar y saltamos y nos exaltamos; quizá ni sea culpa mía
ni tuya, ni de nadie, son instantes que lo mejor sería olvidar y comenzar de
nuevo, una nueva amistad o relación.
Hagamos lo posible porque las relaciones
personales sean lo más humanas posibles, olvidemos nuestros desencuentros y
caminemos juntos hacia un futuro mejor, con más alegría y amor.
UN ABRAZO, SINCERO, AMISTOSO Y DE CORAZÓN
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