Las malas acciones siempre son malas,
vengan de quien quiera que venga y, éstas, jamás se pueden justificar.
Muchas veces, no te sabría decir cuántas,
pero muchas, nos equivocamos y obramos mal y, lo peor de todo es que, de
inmediato, tratamos de justificar nuestra mala acción, en vez de asumir nuestra
parte de culpa. Puede que estemos equivocados y pensemos que no hemos obrado
mal, entonces no somos conscientes y es ahí, donde tenemos el mayor problema;
cuando tú sabes que hiciste mal lo puedes, más o menos, remediar y no volver a
caer en ese error, pero cuando no lo sabes y, alguien se enfada por ello o te
dejan de hablar, nuestros enanos mentales se ponen en acción y nos pueden jugar
una mala pasada por algo que carecía de importancia.
No trates de justificar tus malas acciones,
pero tampoco te obsesiones si no sabes por qué obraste mal y nadie te lo hace
saber. Procurar que tus actos mejoren y deja tu conciencia en paz.
UN ABRAZO, A TIEMPO, PUEDE APLACAR UNA MALA
ACCIÓN.
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