Todo progreso requiere de un esfuerzo
adicional que la gran mayoría no quiere poner; es por ello que existen tan
pocos emprendedores.
Siempre vi a personas que escatimaban
esfuerzos, lo mismo para estudiar que para trabajar y, también escuché que, los
que más se quejaban de todo, eran los que menos se esforzaban, su tema
principal era la excusa para no hacer las cosas y el culpar a otros de su bajo
rendimiento. Por el contrario, aquellos que se esforzaban en cualquier tarea,
siempre encontraban el motivo por el cual seguir haciendo las cosas cada vez
mejor, éstos, jamás se quejaban de nada.
Ahí está la prueba evidente de los
emprendedores, los que crean progreso y de los que trabajan duramente para los
emprendedores. Sitúate dónde tú quieras, pero deja de quejarte y actúa en
consecuencia.
UN ATREVIDO ABRAZO
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