No tengas nunca en mente aquello que más te apena. Tu mente te lo recordará, toma todas tus penas, ponlas en ese barquito de papel y échalo al río para que se aleje de ti.
¡Has visto qué sencillo era! Bueno quizá no
lo fuese tanto, pero al menos por un momento pensaste en ello y algo te alivió.
Claro que no siempre encontramos el escrito en ese preciso momento donde la
pena nos embarga, ya lo sé, es más, seguramente ni tengas ganas de leer nada en
ese momento, pero puede que un día leas esto y, cuando lo necesites, llegue a
tu mente ese barquito de papel y entonces sí tengas ocasión de usarlo y dejarlo
ir corriente abajo.
Me encantaría que, si esto te sucediera, te
sintieras aliviado y agradecieras con todos tus sentidos, tus poderes para
mitigar tus penas y te quedaras con todas las alegrías que día a día has sido
capaz de vivir.
UN ALIVIADOR ABRAZO
No hay comentarios:
Publicar un comentario