No pretendas ningún trato de favor,
indistintamente de la profesión que se tenga, a todos nos gustan que se nos
respete; máxime si alguien no te conoce y se toma la libertad de tutearte.
Suele ser muy frecuente ver cómo personas
que llegan a algún pequeño comercio, de cualquier tipo, traten a la persona que
les atiende de una manera poco cortés y, en algún caso, como alguien que por
obligación les tiene que atender, solamente porque ellos son los que pagan. No
se equivoque nadie, todos merecemos ser respetados y que nos respeten.
En la sociedad actual se tiende mucho a
tutear a las personas, como si tuvieran su total confianza, cuando ni siquiera
se habían visto antes. Creo que se debería usar más la cortesía y practicar más
nuestra buena educación que, en su día, nuestros padres y educadores tanto
hincapié hicieron para enseñarnos.
UN EDUCADO ABRAZO
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