Uno se puede equivocar una y mil veces,
pero en distintas áreas de la vida; lo que no podemos permitirnos es
equivocarnos en lo mismo cada día, no podemos tropezar en la misma piedra,
cuando la podemos mover de sitio o rodearla. Equivocarse es de humanos,
rectificar también; cometer fallos y meter la pata, incluso ofendiendo, eso
requiere responsabilidad y atrevernos a pedir perdón, pero sin demora alguna,
antes de que nos dé tiempo a dudar de nuestras intenciones.
Aceptemos nuestros fallos, sí, pero con la
certeza de que no los vamos a volver a cometer y con la capacidad de saber
disculparnos ante los demás o ante nosotros mismos, llegado el caso.
UN ABRAZO NO PERMITE EQUIVOCACIÓN ALGUNA
No hay comentarios:
Publicar un comentario