A la hora de dormir no te lleves tus
problemas a la cama, ve con todo lo bueno que te haya acontecido durante el
día, aunque solamente sea algún pequeño suceso que te hizo sentir bien.
Seguramente descanses mucho mejor y te levantes más relajado.
Ya sé que esto que escribo no es fácil
llevarlo a la práctica y, máxime, cuando hay problemas que tienen difícil
solución, por la envergadura del problema y por el momento en que se da, pero
aun así, en esos momentos más difíciles, es cuando más debemos llevar a la
práctica la búsqueda de todo lo bueno que nos aconteció por el día. Todo radica
en la práctica, poco a poco, se consigue mucho más de lo que por ahora somos
capaces de imaginar; los pequeños actos se van sumando día a día y, cuando nos
queremos dar cuenta, lo hacemos sin pensar.
De todos modos, busca con asiduidad las
mejores acciones, en el transcurso del día hay infinidad de momentos que te
harán sentir mejor, haz de ello un hábito y a la hora de dormir vendrán a tu
mente como por arte de magia.
UN RELAJADO ABRAZO Y BUEN DESCANSO
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