Cuando hablamos
de nuestro pasado, la emoción nos embarga tanto que, no somos conscientes de lo
que los demás hablan, queriendo que escuchen solamente nuestras vivencias.
Que recuerdos,
que bonito era todo, que bien lo pasábamos y que poco teníamos ¡ah pero
teníamos lo más grande y maravilloso que se puede tener... Juventud!
Si amigo,
juventud divino tesoro, que fortaleza teníamos, no había obstáculos solo
existía, trabajo duro, pero eso que importaba, nada se nos ponía por delante, a
todas horas compartíamos alegrías, fechorías y, buscamos amoríos aquí y allá,
contando nuestra gallardías, como si de aventureros se tratase.
Hoy, si eres ya
mayor, te quedan esos buenos momentos y, si eres aún joven, no te prives y
aprovecha tu poderío.
UN ABRAZO
SIEMPRE ES PARA SIEMPRE
No hay comentarios:
Publicar un comentario