Podría escribirte mil historias e
imaginarme otras tantas, sin que ninguna fuera real y probablemente, llegarías
a creértelas. Ese es el gran poder de la palabra escrita, puede construir donde
no hay nada y puede destruir sin que nada hubiese sucedido.
Nada más fácil que levantar una calumnia a
partir de una mentira, si eres capaz de llegar a suficientes personas, ésta se
multiplicará como la peste, llegando a límites insospechados. No siempre todo
lo que leemos es la verdad o está en lo cierto, la verdad solamente está en la
que el escritor desea escribir, llegándose a confundir. Una misma noticia, se
explica de diferente forma, dependiendo de en qué periódico la leas.
Deja siempre un espacio para lo que tú
consideres que es real, independiente de lo que te quieran contar o de lo que
tú decidas leer.
UN ABRAZO FUERA DE CUALQUIER ESCRITO O
LECTURA
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