¿Cuántas
veces tratamos de justificar nuestras acciones ante los demás? Quizás sólo sean
excusas para no hacer lo que deberíamos hacer.
Es
muy probable encontrarnos con situaciones en las que deberíamos acudir a alguna
reunión, visitar a un familiar, ir a un funeral o cualquier otro evento y, lo
que solemos hacer, si no queremos ir, es dar todo tipo de explicaciones por la
que no acudir. Hay veces que buscar esa explicación nos cuesta más esfuerzo y
trabajo que el acudir.
No
trates de justificar todas tus acciones, puede que nadie necesite de tus
explicaciones; obra en conciencia y te librarás de toda mala acción.
UN
ABRAZO SIN JUSTIFICACIÓN ALGUNA
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