Seguramente todos hemos sido educados en valores
y uno de ellos es posible que fuera pedir perdón; pero, quizá, hubiese sido
mejor que nos hubiesen inculcado no ofender.
Parece ser que lo que hoy prima, por encima
de todas las cosas, es ofender a otros públicamente.; así vemos, cómo programas
sin ningún contenido práctico, se llenan de audiencia. Perdonar a quien nos
ofende o pedir perdón es un acto muy loable; pero no ofender lo es mucho más;
porque sin ofensa, no hay necesidad de perdonar.
Hagamos lo posible, de ahora en adelante,
para que por nuestra boca no salga ninguna mala palabra que a otros les pueda
incomodar; si actuamos de esta manera, contribuiremos a que nuestros hijos y
personas que conviven con nosotros, tomen un buen ejemplo y nos evitaremos
muchos malos momentos.
UN BUEN ABRAZO A NADIE LE INCOMODA
No hay comentarios:
Publicar un comentario