¿Tienes algo que perdonar a alguien?
Hazlo cuanto antes, aunque sólo lo hagas en tu interior; deja tu resentimiento
a un lado y te sentirás liberado.
Quizá esa persona cuando actuó de esa
manera contra ti, no tenía su mejor día, su situación económica le agobiaba, su
estado anímico no era el más óptimo o puede que, ni siquiera, fuera consciente
de lo que hacía; no le demos más vueltas, porque nosotros en su lugar a lo
mejor hubiéramos actuado igual; pero, por suerte, no estamos así y nos hallamos
con la suficiente capacidad de entender o al menos de perdonar.
A lo mejor, tendríamos que mirar lo que
tenemos que perdonarnos a nosotros mismos y, desde ese estado, es posible que
los demás actos los viéramos diferente.
UN ABRAZO PUEDE SER UN BUEN ACTO DE
PERDÓN
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