Puede que en algún momento entiendas lo que
te quiero decir y mi forma de actuar, pero puede que no sea así; de todos modos
no te preocupes, a veces, ni yo mismo me entiendo.
¡Ay, el entendimiento! Cuán importante es y
lo difícil que en ocasiones lo hacemos para hacernos entender. Muchas veces,
por tratar de adornarnos, empleamos demasiadas palabras, damos demasiados
rodeos y no queda claro lo que queríamos decir. Dicen que "a buen
entendedor con pocas palabras basta", pero puede que la persona en sí no
quiera ni siquiera saber nada de lo que le estamos contando y entonces, ni con
palabra ni sin ellas lograremos hacerle entender.
Cuando la relación entre personas, es lo
suficientemente estable y fluida, no necesitamos ni hablar, ya que, una simple
mirada, puede decirnos mucho más que mil palabras.
CON UN ABRAZO PODEMOS LLEGAR A ENTENDER
TODO
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