Todas las personas recibimos algún trato de
favor. Tanto si te gusta como si no te gusta, siempre hubo y habrá tráfico de
influencias, por pura amistad o familiaridad, es una ley natural.
Puede que nos resulte desagradable cuando
vemos que alguien que ha llegado más tarde, entra antes que nosotros, lo cual
nos sorprende y hasta nos irrita; pero, acuérdate, tú también tuviste prioridad
en otra cita y bien que te gustó. Realmente, odiamos la espera, sea en donde
sea. Si podemos echar mano de nuestras personas conocidas, hacemos uso de ello
y pasamos delante de todos. No digo que esto esté bien, pero es como es y creo
que seguirá siendo así. Nosotros mismos, si podemos, damos trato de favor a
familiares y amigos, incluso, puestos de trabajo.
Ciertamente, cuando nos tratan diferente a
como tratan a la mayoría de personas, nos da cierto poder, nos sube nuestro ego
y, por qué no decirlo, nos gusta.
UN INFLUYENTE ABRAZO
No hay comentarios:
Publicar un comentario