Hay que empezar de nuevo, cada despertar es un nuevo comenzar, pero ¿realmente somos conscientes de ese nuevo comienzo o seguimos como si de otro día más se tratase?
Seguramente
así seguimos, así se van sumando los días o restando, depende de cómo lo queramos mirar; día que pasa, día que
no vuelve. Es verdad que cada día hacemos algo diferente, pero es tan poco lo
que varía, que apenas es perceptible. Queremos y tratamos de cambiar pero, por
otro lado, también nos gusta que todo
sea rutinario, porque cuando salimos de esa rutina, también nos incomodamos
Como
quiera que sea, cuando echamos la vista atrás, nos damos cuenta de cuanto nuestra vida ha cambiado y de cuánto
hemos progresado. Casi nunca los grandes cambios se dieron de golpe, aunque con
el paso del tiempo, nos lleguen a sorprender nuestros propios cambios.
UN
ABRAZO SIEMPRE ES DIFERENTE
No hay comentarios:
Publicar un comentario