¿Cómo podemos ayudar sin herir la
sensibilidad de la otra persona? Debería ser sencillo, pero no lo es, ya que el
estado de ánimo del otro no es igual al nuestro.
Cuando una persona, muy allegada a ti, que
te quiere, te trata de ayudar y aconsejar, es reconfortante y digno de
agradecer. Hay que valorar bien esa ayuda, pero al mismo tiempo, nos cuesta ser
receptivos y muchas veces no sabemos apreciarla y solemos tomarla como una
crítica. Necesitamos tiempo, para comprender y también necesitamos ser
humildes, porque en el fondo, sabemos que tienen razón, aunque en el momento no
lo entendamos así.
Seamos un poco más receptivos con las
personas que de verdad nos quieren y que tratan por todos los medios de
ayudarnos. Nunca nos olvidemos de agradecer cuanto por nosotros quieren hacer.
UN QUERIDO Y ENTRAÑABLE ABRAZO
No hay comentarios:
Publicar un comentario