![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgE1DjJ3SlEd7FtOdyeeJtIujFT_-bMTDdAQUpWCKYPTF3gMbgLeK-Vv41PDMqDWSb3dBsS5_JBNm7OY4cyNBLzto5_Fm2a0ZnqTBR0YxmGTQf31cySTbOu7DDAmwLRQkl-gvpK1wObeAUo/s320/postal-buenos-aires-palacio-de-aguas-corrientes-6277-mla98953421_4921-o.jpg)
Me
asombran y me fascinan las personas que te saben decir no, uno se queda
convencido y además entiendes cőmo lo dicen; en cambio tú quieres decir no a
otros y te cuestionasl cómo decírselo, incluso, ni te atreves. Así nos pasa
que, por no pedir algo por miedo a que nos digan no, vamos y hacemos lo que sea
sin ayuda alguna. Sin embargo, cuando alguien nos pide un favor o nuestra
ayuda, somos capaces de dejar lo que estamos haciendo por complacer al otro.
Realmente,
hay personas que sí saben lo que tienen que decir en el momento oportuno.
Practiquemos un poco el arte de decir no o el de decir sí, con pequeñas cosas
que queramos conseguir, y poco a poco, adquiriremos confianza en nosotros
mismos.
UN
DECIDIDO ABRAZO
No hay comentarios:
Publicar un comentario