Si
vas de prisa no te puedo seguir; si vas despacio, te adelantaré; vayamos los
dos al mismo paso y así nos entenderemos mejor y llegaremos juntos.
¿Por
qué debemos caminar juntos? Porque toda gran empresa, como una familia, cuanto
más unida vaya mejor le irá. Es muy sencillo, si vas solo puedes ir a donde y
como quieras, pero esto no te llevará a ninguna parte porque, al final, te
hallarás como empezaste, solo. Si vas acompañado, tendrás que adaptarte a con
quien vayas, pero el camino a recorrer será más llevadero y el final más
gratificante.
Fíjate
en que, ya cuando nacemos, necesitamos que nos acompañen casi constantemente y
cuando envejecemos, nos sucede exactamente igual; es lógico y normal que el
resto de nuestros días los pasemos acompañados la mayor parte del tiempo.
UN
ACOMPAÑADO ABRAZO
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