¿Cuántas
palabras, dichas desde el cariño, tratando de hacernos bien, no nos han frenado
en nuestro progreso, sin ni siquiera darse cuenta del mal que nos podían hacer?
Somos así, qué
le vamos a hacer, tenemos instinto de protección y a, nuestros familiares y
amigos, queremos protegerles, sobre todo con esas palabras de precaución, que
no hacen otra cosa que limitarles en su progreso.
Creo que
deberiamos incentivar a que, ya de pequeños, fueramos más emprendedores y
decididos, a dejar que se equivoquen, no una sola vez, sino todas las que sean
necesarias. Animar con esas palabras de aliento que digan, tu puedes, sigue
adelante, no te preocupes confío en ti, lucha por lo que deseas, haz que sea
posible aquello que los demás piensan que no lo es y, sobre todo, cree en ti.
UN ALENTADOR
ABRAZO
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