¿Cuántas ideas
vemos plasmadas en algún sitio, las cuales, en un tiempo pasado, las tuvimos
nosotros y no hicimos nada con ellas? Ni siquiera se nos adelantaron,
tristemente, a nuestras ideas no les hicimos caso.
Creemos que lo
que nosotros pensamos no tiene ningún valor, que esa idea no le va a interesar
a nadie, hasta que por causalidad, sin saber ni como ni porque, la vemos
reflejada en otro lugar ¡que casualidad esa persona si le dió valor a la misma
idea que tuvimos nosotros.
Ayer una persona
entro en mi bar, vió que tenía puesta las citas diarias en papeles por todas
las paredes, lo mismo que él en su día imaginó pondría en su bar, pero se
jubiló y jamás las puso.
Una simple
anécdota, que deseo te haga reflexionar; si tienes una idea plásmala, si no
funciona o, después, no te gusta, tiempo tendrás de quitarla.
UN ABRAZO NUNCA
ESTÁ DEMÁS
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