Hay decisiones
que provocan grandes errores, pero la indecisión, provoca el mayor de todos
ellos.
Hay momentos que
el tiempo apremia y no nos permite la más mínima duda a la hora de actuar, como
puede ser el salvar a alguien en algún accidente. En otras ocasiones las dudas
nos invaden de tal forma y manera que somos incapaces de decidirnos y es ahí, cuando
corremos el mayor de los peligros.
A diario tenemos
que tomar decisiones, la mayoría no son nada trascendentales y éstas, ya son
tomadas por nuestra mente inconscientemente, con lo cual, ni nos enteramos.
Ante decisiones
importantes, seamos decididos, si después hemos de rectificar, ya lo haremos
sobre la marcha.
UN DECIDIDO
ABRAZO
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