No trates de
entender mi conducta porque ni yo mismo la entiendo. Respeta el que no pueda
entenderte y yo entonces te entenderé.
Puede parecerte
un juego de palabras, pero no lo es, es algo sencillo de comprender. Nos
pasamos la vida queriendo saber por qué los demás actúan de la manera en que lo
hacen, incluso, nos atrevemos a juzgar lo que a nuestro entender está mal.
Muchas veces nos comportamos de una manera pensando en lo que el otro puede
pensar ¿crees que esto te ha pasado alguna vez? ¡Qué cosa es nuestra
imaginación, la de vueltas que les damos a nuestros pensamientos! Muchas veces,
por tratar de agradar a los demás, obtenemos resultados diferentes.
Seamos un poco
más espontáneos, sentémonos, observemos el horizonte y dejemos que nuestros
sentimientos hablen por sí mismos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario