Ni todos somos tan malos como dicen, ni tan buenos como pensamos.
Pero, seguramente, para otros somos muy buenos. Seamos buenos también
con nosotros.
Es verdad que no siempre obramos de la mejor manera
posible; todos cometemos errores, todos tenemos nuestras carencias. Pero
también es cierto que hacemos pequeñas obras, tenemos buenos detalles y
somos personas agradables, la mayoría de las veces.
Como todo en esta vida tiene siempre un punto de vista según quien lo
mire y en el momento que se mire. Pero nos sorprenderíamos mucho y
gratamente, si pusiéramos en una balanza nuestras buenas y malas
acciones, nos sentiríamos orgullosos, de ver lo buenas personas que
somos.
Eres mejor de lo que tú te crees.
UN ABRAZO SIEMPRE HAY A QUIEN DÁRSELO
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