Buscamos soluciones donde no
las hay, por eso, la mayoría de las veces, no las encontramos.
Otras, en cambio, esperamos
que sean los demás quienes nos solucionen nuestros problemas. Algunos, incluso,
esperan que el papá estado sea quien nos los resuelva todo.
Si nos solucionaran nuestros
problemas tampoco nos sentiríamos satisfechos, dado que nuestro orgullo o
nuestra autoestima se vería por los suelos. Somos nosotros que con ideas
nuevas, con nuestro esfuerzo, entusiasmo y trabajo, tenemos que hacer frente a
nuestros problemas y solucionarlos.
En la medida que seamos
capaces de ir dando soluciones a cada obstáculo y, cuanto más difíciles sean de
resolver, más satisfechos y orgullosos nos sentiremos.
UN RESOLUTIVO ABRAZO
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