A veces no sé qué decir, qué
hacer o qué escribir. Sólo sé que tengo que hacer algo y. sabiendo eso, me vale
para comenzar...
Hay momentos que uno debe
ponerse en marcha, incluso, sin saber muy bien a dónde vas ni lo que te vas a
encontrar, pero si te quedas quieto es seguro que no avanzarás. Toda acción
lleva implícita una reacción y, cuando esto sucede, tu mente se despeja de tal
forma y manera que, donde antes no veías nada, ahora todo es luz y color...
Si tienes dudas, te entiendo
¿quién no las tiene? pero no te pares, camina y tus dudas se disiparán...
UN ABRAZO NO PRECISA DE UN
POR QUÉ
No hay comentarios:
Publicar un comentario