"No desees para mi tú mal, si yo deseo para ti mi bien"
A veces sin saber por qué ni por qué no, deseamos el mal ajeno; quizás
solo sea, que el equipo del otro pierda o cosas parecidas; no quiero
referirme a grandes males. Digamos rencillas deportivas.
Así nos
sucede, que preferimos que pierda nuestro equipo,con tal de que el tuyo
no gane. Y como resultado, cuanto menos deseamos que algo suceda, más
rápidamente ocurre.
No se puede vivir bien, ni progresar en nada, si para ganar nosotros no buscamos que el otro lleve algún beneficio .
Pensemos en ganar, sin que para ello tenga que perjudicar a otros; y a buen seguro todos saldremos beneficiados.
UN VICTORIOSO, O NO, ABRAZO
No hay comentarios:
Publicar un comentario