Crees que te conoces, pero no es cierto; es
más, me atrevo a decirte que jamás llegarás a conocerte. Admítelo, eso ni es
bueno ni es malo, es así.
Puede que no llegues a conocerte, pero no por
ello debes dejar de intentarlo; es normal que no te conozcas nunca porque
siempre estamos en constante cambio, cambiamos de edad, de físico y de manera
de pensar; los gustos y apetencias también cambian. Todo se va con la edad y
luchamos en nuestro interior por conocernos mejor, creyendo que así conseguirnos
el equilibrio interior con el exterior.
Agradece cuanto puedas, conócete, pero no te
obsesiones con ello, disfruta más bien por lo que vayas conociendo y ábrete a
nuevas experiencias de tu propio conocimiento.
UN ABRAZO CON TOTAL CONOCIMIENTO
No hay comentarios:
Publicar un comentario