Tratar de aliviar tus penas con las penas de los demás nunca te llevará a buen fin. Más te valdría aliviarlas con las alegrías.
Busca la alegría en los demás, siempre algo se te contagiará, pero si
buscas la pena, no tengas ninguna duda, también se te contagiará. Hay un
refrán que dice "mal de muchos, consuelo de tontos" qué gran verdad.
Como tengamos que basar nuestro consuelo en el mal ajeno, mal vamos.
Busquemos estar bien a toda costa, procuremos pasar más tiempo con los que están bien; no en lo físico, de eso todos podemos decaer en algún momento, si no en lo anímico.
Cuando vemos sonreír a alguien, nuestras penas, se alivian.
UN CONSOLADO ABRAZO
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