No intentes dejar de ser lo que eres, tú ya eras
perfecto cuando naciste, acuérdate y vuelve a tus principios parar
recuperar lo que perdiste.
Avanzamos sin cesar y en nuestro avance
vamos dejando todo aquello que no nos gusta, pero también, sin quererlo,
vamos perdiendo aquella bondad y aquella ingenuidad con la que la vida
nos otorgó como uno de los mejores dones, que a la larga. No supimos
aferrar.
Por ello, hoy y aquí, te pido, vuelve a mi niñez, devuélveme aquella bondad e ingenuidad que me diste.
Gracias por permitirme recordar lo feliz que se siente, volviendo a la
fuente de donde nací, para poder beber el agua de la bondad, que nace
pura y limpia del manantial de la vida.
UN INGENUO ABRAZO
No hay comentarios:
Publicar un comentario