Bondad, mágica palabra, digna de ensalzar y
respetar. Pero qué difícil de ser leal a tan bella palabra; cómo sin querer, y
a la menor tentación, caemos en la maldad…
Es fácil tener buenos propósitos, es fácil
pensar, nada más levantarte, hoy voy a ser bueno, voy a actuar bien, no voy a
permitir que mis malos actos o mis pensamientos influyan negativamente. Es
fácil caer en la tentación y olvidarnos enseguida p lo que nos hemos propuesto,
sólo con pisar la calle, con escuchar el negativismo implantado en la mayoría
de las personas o con enterarnos de las noticias, uno ya se pone a la
defensiva…
Ponte el escudo para evitar la maldad y
proclama tu bondad, entonces el mundo, tú mundo, cambiará…
UN BONDADOSO ABRAZO
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