¡Vaya, qué mala suerte hemos tenido! ¿Por
qué dices eso? Nunca hagas esa afirmación a pesar del momento que te toque
vivir porque puede que, lo que en un principio es mala suerte, se convierta en
el trampolín de un mañana mejor.
Hay miles de ejemplos que testifican que,
la mala suerte que han tenido algunos, se ha convertido a la larga en la mejor
de las suertes. Personas que perdieron su empleo y, gracias a ello, se
establecieron por su cuenta, llegando a crear una gran empresa; otras personas
acabaron una relación, por el motivo que fuese y, comenzaron otra, llegando a
ser la pareja ideal y acabando viviendo felices para el resto de sus días.
Nunca te aferres a la mala suerte, siempre
es momentánea y siempre acaba pasando dando lugar a otros momentos que por, si
no, no se hubieran dado. Agradece todo cuanto te llegue, el tiempo dará o quitará
razones.
UN ABRAZO DE BUENA SUERTE
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