Muchas veces creemos que todo está perdido,
que ya lo hemos intentado todo y que no nos queda nada por hacer. Es entonces,
cuando más necesitamos creer y volver a comenzar.
Y otra vez la misma historia, cuando ya
creíamos que habíamos pasado el bache llega otro y más profundo; no sé si es
circunstancial, causalidad o negatividad, pero a ciertas personas nos sucede
con más frecuencia que a otras. Ves que a otros todo parece irles bien y te
preguntas ¿por qué a ellos sí y a mí no? ¿Qué hago yo mal para que no obtenga
buenos resultados? Y ahí te quedas, clavado en tus pensamientos, pero sin
solución alguna hasta que, poco a poco, casi sin darte cuenta, vas saliendo del
atolladero.
Nadie tiene la misma suerte, pero tampoco
nadie se prepara igual y acepta del mismo modo sus circunstancias. No te apures
tanto por el hoy, porque éste también pasará.
UN BENEFACTOR ABRAZO
No hay comentarios:
Publicar un comentario