Ten cuidado con qué o con quién te
obsesionas, porque ello te puede llevar a una gran pérdida emocional e,
incluso, tu vida empeorará.
Ya sé que la obsesión llega y se apodera de
nuestra mente sin el expreso deseo de nuestra voluntad, pero indistintamente de
que así sea, tenemos que intentar erradicar la obsesión, porque ésta nos
domina; quizá, la mejor fórmula sea la de cambiar algún hábito, darle un giro a
nuestra vida, sobre todo en aquello que más nos obsesione, procurar aislarlo y
hablar lo menos posible de ello.
Las personas obsesionadas no son libres ni
tan siquiera de sus movimientos, ya que tu mente la tienes dominada con esa
imagen, palabra o idea que no te deja ni dormir. Haz lo que sea necesario, pide
ayuda, aíslala o asóciate con personas diferentes; pero no permitas que nada ni
nadie acapare tu voluntad.
UN ABRAZO LIBRE DE TODA OBSESIÓN
No hay comentarios:
Publicar un comentario