Muchas veces nos sorprendemos a nosotros
mismos haciendo trabajos o acciones que pensábamos que no seríamos capaces de
hacer.
Cuando vemos el resultado, no podemos ni
creérnoslo, pero ahí está, esa pequeña gran obra de arte que tanto puede
representar en nuestras vidas. Es cierto que, a lo largo de la historia, hubo
grandes artistas que fueron capaces de plasmar y representar esas maravillosas
obras, las cuales, hoy en día, se siguen admirando; pero no todos estamos
capacitados para ello y, puede que no nos haga falta; ya que nuestro objetivo
puede ser menor, pero no por ello menos importante.
Todos somos grandes alfareros que, día a
día, labramos con nuestras manos lo que un día quedará representado en
sucesivas generaciones. Quizá tu obra sea crear esa familia, esa empresa o ese
trabajo díario, para dar lo mejor de ti a quien contigo vive; no sé cuál será,
pero tú, ya eres esa gran obra de arte que tus padres crearon, enorgullécete de
ello.
UN SORPRENDENTE ABRAZO
No hay comentarios:
Publicar un comentario