"A mí no me engaña nadie". Eso es
lo que tú crees, no estés tan seguro; normalmente el que alardea de ello es
porque se ha dado cuenta de que es vulnerable y más de una vez le han engañado.
Nadie está libre de ser engañado, bien sea
en su profesión, en su relación o en sus momentos de ocio. Todos tendemos, de
alguna manera, a falsear nuestra verdad o a no decir todo cuanto sabemos. No
digo ni que esté bien ni mal, es como en realidad somos, personas que dentro de
nuestra normalidad tenemos tendencia a defraudar o a engañar. Por muy pequeño
que el engaño sea, si nos podemos ahorrar algo de dinero, lo hacemos, aun
sabiendo que nos salimos de la legalidad.
No pongo la mano en el fuego ni por mí ni
por nadie. El que se crea libre de culpa que tire la primera piedra. Eso sí,
procura engañar lo menos posible, porque al final todo sale a la luz y no
beneficia a nadie.
UN VERDADERO ABRAZO
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