Hay
personas que todo lo simplifican, da gusto estar con ellas; otras, por el
contrario, todo lo complican y, tenemos que soportarlas.
Ahí
está la diversidad, puede que sea lo que necesitemos para dar el equilibro
necesario a nuestros días. No sabríamos el alivio que sentimos al encontrarnos
con esas personas que todo lo simplifican si antes no hubiéramos estado con
quienes todo lo complican. Es cierto que no deseamos, para nada, que alguien llegue
y nos complique nuestro existir, pero en el fondo, son a estas personas a las
que más debemos de agradecer, porque sin ellas quererlo nos ayudan a crecer y
creer más en la simplicidad de la vida.
Nadie
llega a ti por casualidad, todos te aportarán algo, unos te ayudarán a que te
alejes y otros a que te acerques, pero a todos necesitamos. Gracias
UN
ABRAZO SIN COMPLICACIÓN
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