Aunemos
fuerzas, dejemos nuestras adversidades, olvidémonos de lo que nos separa y
acerquemos todo aquello que nos favorece y nos une.
No
sé por qué razón, las personas tendemos a separarnos a buscar lo que nos
enfrenta y a no resolver los problemas acaecidos en cualquier riña, lo antes
posible, con lo cual el distanciamiento cada vez es mayor; seguramente sea la
condición humana, no lo voy a negar, es algo difícil de superar. Creo que
deberiamos concienciarnos y, aunque no tengamos culpa, un saber perdonar o
disculparse a tiempo nos llevaría a sentirnos mejor y a ganar la amistad
pedida.
Busquemos
aquellas cosas que en algún tiempo nos sirvieron para llevarnos bien y si no
somos capaces de recuperar esa amistad, aunque sea en silencio, reconciliémonos
con esa persona, que seguramente no sea consciente del mal que nos hizo.
UN
CONCILIADOR ABRAZO
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