¿Nuestro destino está escrito o, por el
contrario, lo vamos escribiendo en cada actuación nuestra? Mucho se ha hablado
sobre ello y mucho se seguirá hablando; quizá, una parte ya esté escrito y la
otra sin escribir.
Pienso que el destino de cada persona ya
está escrito antes de nacer, pero solamente una parte; como puede ser el
morirnos, el cómo y dónde. Pero, seguramente, en el transcurrir de los días, debamos
elegir y aceptar muchas decisiones que determinarán esa otra parte del destino,
como puede ser, nuestra juventud, nuestros estudios, trabajo, familia, etc.
El camino que andemos no será para ninguno
igual y, es ahí, donde debemos forjar bien nuestro día a día, para concluir con
un brillante final.
UN ABRAZO ANTES DEL DESTINO FINAL
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