Cuando aprendemos algo, podemos utilizarlo
o no. Pero siempre tendremos ese recurso; mientras que, si no lo aprendemos,
difícilmente podremos hacer uso de lo que no sabemos. Es así de sencillo, no
hay por qué darle muchas vueltas, aprende y ya llegará el momento de utilizar
lo aprendido. Puede que estudies para una especialidad en concreto y, después,
te dediques a hacer otra labor diferente, pero aunque te parezca mentira,
siempre algo utilizarás. Sé cómo una esponja, absorbe todo el saber que puedas;
ni siquiera te importe la edad que tengas, porque mientras estás aprendiendo,
estás activo, dinámico. Quien deja de aprender, prácticamente, deja de existir.
Haz del aprendizaje un vicio y a la vez un ocio, nunca te arrepentirás.
UN ABRAZO NUNCA ES IGUAL AL ANTERIOR
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