Aquéllos
que hablan mal de ti no sabrán nunca lo que tú piensas de ellos, seguramente,
si lo supieran, aún hablarían peor.
Somos
así, qué le vamos a hacer, medio mundo habla mal del otro medio, debe ser una
condición humana difícil de solventar. Si estamos en un grupo de personas y
están hablando mal de alguien, lo mejor que puedes hacer es alejarte o no
intervenir, pero descuida que, en cuanto te vaya, el siguiente en hablar mal de
uno vas a ser tú. Pero no podemos culpar a nadie porque,
todos
caemos en la tentación y no creo que haya nadie que en algún momento no haya
hablado mal de otro.
Sabiendo
nuestra condición de ser, procuremos, en la medida de lo posible, no caer en la
tentación y hablemos menos de los demás, porque puede que nosotros tengamos más
defectos de los que creemos tener.
UN
ABRAZO, SIN PALABRAS
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